Muchas veces nos paramos a pensar si todas las cosas imposibles que existen o nos parecen en la vida se podrán conseguir, siendo realista, muchas de ellas quizás no, dependiendo de la situación de cada uno, pero otras sí. Yo soy de las que comparto la opinión de que todo con realismo, optimismo, empeño, ganas, fuerza, constancia y sobre todo creyendo en uno mismo…tarde o temprano se consiguen las cosas. Mi opinión se reforzó cuando vi una película, en lo que nos hace reflexionar sobre esto, sobre que se puede conseguir las cosas por muy imposibles que parezcan.
Seguro que ahora mismo se os está pasando muchas cosas por la cabeza que a vosotros os pueda parecer imposible, y de diréis ¡qué estás diciendo!, pero de veras que si vierais la película a la que me refiero, seguro que os hacia cambiar de opinión o por lo menos dudar.
A la película que me estoy refiriendo es una película muy antigua, de hecho es en blanco y negro, es “El Milagro de Anna Sullivan”, no se si la habréis visto, algunos seguro que sí, los que no… dedicarle un ratillo, porque es una película que nos deja un mensaje impactante.
Esta película la vi cuando estudié Lengua de Signos Española (LSE), pero no es necesario formar parte del mundo de los maestros y educadores para verla. Trata de una joven maestra especializada en la enseñanza de sordos que se empeña en recuperar un caso desesperado: la pequeña Hellen Keller, ciega, sorda y muda. Para ello se tendrá que enfrentar a la inteligencia de la niña, a su naturaleza violenta y a unos padres sobreprotectores.
Es un caso real, por eso hace más merecedor verla, y aun más conocer la biografía de esta mujer. El dúo interpretativo de Anne Bancroft (Anna Sullivan) y Patty Duke (Hellen Keller) en esta película es probablemente el más impresionante de la historia del cine. Ambas actrices merecieron el Oscar por sus interpretaciones de Anna y Helen en esta noble e inspiradora historia de coraje y de esperanza, posiblemente una de las más hermosas obras del séptimo arte.
De la película no os voy hablar, pues es preferible que la veáis, pero si deciros desde mi punto de vista como maestra que soy, que educar en el esfuerzo y una valoración real de él, es una asignatura pendiente. La película se presta a un amplio debate sobre la necesidad de armonizar exigencia, comprensión y disciplina. Educar es un auténtico reto, siempre es complicado, pero no se debe tirar la toalla, pues no hay casos perdidos, reitero de nuevo que con constancia, fortaleza y mucha paciencia se consiguen las cosas.
Aquí os dejo con el tráiler de la película, y nada, desde aquí os animo a que la veáis! luego me contáis.
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