martes, 18 de noviembre de 2008

UN CONSEJO DE SALUD

¿Por qué somos en ocasiones tan inconformistas?

¿Por qué en ocasiones queremos lo que no tenemos?

¿Por qué en ocasiones deseamos lo inalcanzable?

¿Por qué a veces hay personas que se miran al espejo y no se ven tal cual?

¿Por qué cuesta tanto a ciertas personas aceptarse tal y como son?

¿Por qué hay una distorsión en la autopercepción?

¿Por qué idealizan tanto?

La niña soñaba cuentos

La niña soñaba cuentos de príncipes y de hadas, cuentos con final feliz, donde se veía casada, con niños de ojitos tiernos, viviendo en una gran casa, rodeada de jardín cuajado de rosas blancas.

Al mirarse en el espejo descubrió desconsolada, la imperfección de su cuerpo para la vida anhelada. Sobraban algunos kilos, tenía las caderas anchas, rodetes en la cintura... ¡había que bajar la talla!

-Con este maldito cuerpo, con esta maldita estampa, no habrá príncipe en el mundo que fije en mí su mirada-.

Desde ese mismo instante -se propuso emocionada- modelarse un nuevo cuerpo perfecto, esbelto, sin taras.

La madre miró a la hija con un perfil de esperanza, soñaba para ella todo lo que a soñar alcanzaba -terminará sus estudios, estará remunerada, encontrará un buen muchacho, acabará bien casada ...- al fin y al cabo esta niña nunca nos dio problemática.

Con el paso de los días, la niña enfermó de ansia, ansia por bajar de peso, ansia por estar delgada.

Pasó hambre, asco, insomnio, tuvo miedo de la báscula y de la fatal imagen que el espejo reflejaba.

Cansado de los problemas que el trabajo deparaba, miraba el padre a la niña y desviaba la mirada. ¿Qué pasa con mi muñeca, cada día más delgada?

La madre no respondía, solo miraba y callaba. Decidió en ese momento dedicarse a observarla.

Hasta ahora su niñita tan solo se preocupaba de afanarse en los estudios, de portarse bien en casa, de salir algunas veces con amigos de la infancia ... Pero llevaba algún tiempo -más bien una temporada- que se encerraba en su cuarto, ponía la música alta, se rebelaba por todo, solo usaba ropas anchas, no salía con amigos, alguna vez ... vomitaba.

Había bajado de peso -era evidente la talla- con inquietud se dio cuenta de que ya no menstruaba.

¡No puede ser! ahora mismo, -decidía preocupada- la llevaré que la mire el facultativo de guardia, que le hagan un chequeo desde los pies hasta el alma. ¡No se olvide del análisis, por si está embarazada!

El médico la miró -solo le bastó mirarla- para emitir su diagnóstico: ANOREXIA.

¡qué palabra!

A partir de ese momento todo les cambió en la casa, lo que antes pasó de largo, se convirtió en vigilancia, las horas de las comidas en tristes horas amargas.

Ya no anhelaba príncipes, ya no imaginaba hadas, no deseaba jardines cuajados de rosas blancas, soñaba sólo con ángeles que cubrieran con sus alas el cristal de aquel espejo y el martirio de la báscula.

Recuerda, somos algo más que un cuerpo!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Una historia muy real y por desgracia muy cercana en nuestro entorno.
Muchos besitos amiga Luna.

luna dijo...

Buenas queen, lo triste es eso, que esté presente en nuestras vidas, en la sociedad que vivimos!

ójala se pudiera terminar con ese idealismo de cuerpo 10, porque se evitaría muchas enfermedades de este tipo.

Más besitos para ti!

Memiliano dijo...

Si, es un tema complejo, delicado... Supongo que es una enfermedad social. Esta bueno lo que escribiste Luna, me gustó, a mi tambien me interesa ese tema. Es decir, no comprendo como es posible que no paren cuando se ven extremadamente flacas, cuando ya empiezan a notarse las costillas, cuando la mujer pierde el atractivo, el color, no lo entiendo...
Es realmente una enfermedad de estos nuevos tiempos en donde una imagen vale más que mil palabras, más que la inteligencia, etc.. etc..

Nos vemos, Besos Luna!!

luna dijo...

Buenas memiliano!

el problema de la enfermedad, tanto anorexia como bulimia, es que nunca se ven delgadas!

padecen una distorsión de la autopercepción, nunca se ven tal y como están en la realidad... pueden llegar a pesar 40 kg, y verse aun gordo/a.

es muy triste y muy duro, porque hay más personas, de las que nos creemos, que padecen esa enfermedad!

la insatisfacción corporal, es algo muy común en todas las personas, no conoczco a nadie que esté 100% satisfecho con su cuerpo, pero de ahi a... padecer la enfermedad... hay un trecho!

por eso, el tema está en la autopercención de uno mismo, el aceptarse como es y por supuesto... quererse! el auotestima, es un pilar principal.


Besos.

p.d. me alegro que te gustara esto, para mi es un tema muy interesante!