martes, 26 de agosto de 2008

LA CABRA Y EL ASNO

Un campesino alimentaba al mismo tiempo a una cabra y a un asno. La cabra, envidiosa porque su compañero estaba mejor atendido, le dio el siguiente consejo: - La noria y la carga hacen de tu vida un tormento interminable; simula una enfermedad y déjate caer en un foso, pues así te dejarán reposar. El asno, poniendo en práctica el consejo, se dejó caer y se hirió todo el cuerpo. El amo llamó entonces a un veterinario y le pidió un remedio que salvase el jumento. El curandero, después de examinar al enfermo, dispuso que se le diera de comer un pulmón de cabra para devolverle las fuerzas. Y sin titubear, el labriego sacrificó de inmediato a la envidiosa cabra para curar a su asno.

No hagas a otros
lo que no quieres que hagan contigo

2 comentarios:

Yo y mis otros yo dijo...

Tan ciertos como que hay estrellas en el cielo, cuando era una niña solia leer muchas de estas fabulas, me gusta mucho y muchas le recuerdo...

la envidia en un sentimiento que correo nuestra alma, y el mal que nos causa siempre se hace visible...
y es mejor siempre sonreir y dar lo mejor...

jajajaja a lo que voy abrazos miles y sonrisas millones...
que tengas un bello día

encantadora Luna

Hasta la sonrisa...

luna dijo...

Y tanto que es cierto!
lo que pasa que a veces somos tan egoistas que no pensamos en los demás ni en las consecuencias de nuestros actos, si no en nosotros mismo.

Esto no quiere decir que se haga queriendo, de manera consciente, pero a veces...


Saluditos grandes y miles de sonrisas para ti!